Durante millones de años se ha ido sucediendo un lento y continuo desplazamiento de las placas que forman la corteza de la Tierra, originando la llamada "tectónica de placas" una teoría que explica la derivada continental.
Las corrientes se unen entre sí o se fragmentan, los océanos se abren, se levantan montañas, se modifica el clima, influyendo todo esto, por eso la evolución y el desarrollo de los seres vivos. Se creó una nueva corteza en los fondos marinos, se destruye corteza en las trincheras oceánicas y se producen colisiones entre continentes que modifican el relieve.
LAS BASES DE LA TEORÍA:
Según la teoría de la tectónica de placas, la corteza terreste está compuesta al menos por una docena de placas rígidas que se mueven a su aire. Estos bloques descansan sobre una capa de roca caliente y flexible, llamada astemosfera, que influye lentamente a modo de alquitrán caliente.
El concepto básico de la teoría de placas es simple: el calor asciende. E aire caliente asciende por encima del aire frío y las corrientes de agua caliente flotan por encima de las de agua fría. El mismo principio se aplica a las rocas calientes que están bajo la superdicie terrestre: el material fundido de la atmosfera, o magma, sube hacia arriba la mantiene fría y endurecida se hunde cada vez más hacia el fondo, dentro del manto. La roca que se hunde finalmente alcanza las elevadas temperaturas de la astenosfera inferior, se calienta y comienza a ascender otra vez.
Este movimiento continuo y, en cierta forma circular, se denomina convección. En los bordes de la placa divergente y en las zonas calientes de la litosfera sólida, el material fundido fluye hacia la superficie, formando una nueva corteza.
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